Contemplaron la obra arquitectónica aquel domingo, por entonces no tenían ni idea de lo que les esperaría en un futuro.
La ciudad no había hecho más que acogerlos, eran parte de los vientos fríos que atraviesan su emblemática plaza, nómadas, que no hacían más que girar hacía lo desconocido...
Tomaron por costumbre hibridarse con los vientos que azotan las piedras de su religiosa fachada cada noche que volviesen para empezar una nueva etapa estudiantil...tres años...tres bocadillos ante la magestuosa imagen santiaguesa...tres carreras...tres vientos que esta vez no girarán conjuntamente en la plaza del Obradoiro para empezar un nuevo curso...lo hará cada uno en un lugar distinto...
dos que se van
dos que volverán
aunque nunca se sabe si por mucho tiempo
La ciudad no había hecho más que acogerlos, eran parte de los vientos fríos que atraviesan su emblemática plaza, nómadas, que no hacían más que girar hacía lo desconocido...
Tomaron por costumbre hibridarse con los vientos que azotan las piedras de su religiosa fachada cada noche que volviesen para empezar una nueva etapa estudiantil...tres años...tres bocadillos ante la magestuosa imagen santiaguesa...tres carreras...tres vientos que esta vez no girarán conjuntamente en la plaza del Obradoiro para empezar un nuevo curso...lo hará cada uno en un lugar distinto...
dos que se van
dos que volverán
aunque nunca se sabe si por mucho tiempo
1 comentario:
¡María!
No sé a qué te refieres cuando narras eso, pero si es a tu pronta partida, ¡ánimo!
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